La Corporación de padres y madres de personas autistas, envió una carta a las autoridades de la región pidiendo que a la hora de fiscalizar a un cuidador (a), madre o padre de persona dentro del espectro autista, tomen las medidas pertinentes de trato para evitar descompensaciones.
Una vez más la agrupación de familiares de personas dentro del Trastorno Espectro Autista, busca minimizar el impacto de una potencial fiscalización en las calles o en los vehículos cuando un niño, niña, adolescente o adulto (NNAA) autista vaya en su interior.
Sabido es que las personas que deban salir al paseo con su salvoconducto correspondiente, lo hacen por necesidad sensorial y no por entretención, evitando así disrupciones y desregulaciones conductuales, que afectan gravemente la convivencia familiar, pudiendo inclusive implicar riesgo para su integridad física (autoagresión).
Es por ello que Eduardo Acuña, Vicepresidente de la Corporación Autismo Viña del Mar señaló que “solicitamos encarecidamente a las instituciones una amplitud de criterio y comprensión frente a las conductas que pudiesen presentar estas personas, un acercamiento cuidadoso y no de manera invasiva a su entorno, toda vez que ello podría causar una desregulación en la persona y, en definitiva, hacer más complejo el control correspondiente”.
Es por ello que, reiteran la solicitud de que se instruya de todo lo antes dicho, al personal que realiza labores de custodia, vigilancia o resguardo en las calles de las comunas en cuarentena.
Para Acuña, es importante que se aprenda de los errores cometidos en la cuarentena en la región metropolitana y que no se repitan en nuestra región. Frente a esto, el vicepresidente de Autismo Viña del Mar hizo un llamado a la sociedad para demostrar empatía con las personas autistas.
“Sabemos del caso que se presentó en una ciudad, donde al momento de fiscalizar el funcionario que hizo el control no fue muy criterioso y eso generó una desregulación en la niña que iba en el vehículo con su madre. Es por eso que hacemos el llamado a que las autoridades tengan ese amplio criterio con el objeto de evitar situaciones de esa naturaleza y también el llamado se lo hacemos a la sociedad en general para que tome conocimiento de este tipo de situaciones y no caiga en prejuicios”, agregó.
El llamado a la ciudadanía, es que si ven a un niño, niña, adolescente o adulto con alguna prenda azul o pañuelo, demuestren empatía y no juzguen.
Cabe mencionar que esta condición importa una serie de afecciones caracterizadas por algún grado de alteración del comportamiento social, la comunicación y el lenguaje, también por un repertorio de intereses y actividades restringido, estereotipado y repetitivo. En general, además, son intolerantes a ruidos fuertes, a la multitud de personas, ciertos estímulos visuales, entre otros. Es por ello que, si se abordan con gritos, pueden provocar una descompensación importante.
Cuidarnos es tarea de todos, pero si demostramos empatía con las personas autistas, hacemos más llevadera su cuarentena y la de sus familias.