El joven profesional de la salud Fernando Muñoz nos cuenta como han enfrentado la salud mental de los adultos mayores y la puesta en servicio de “San Lucas” una atención de enfermería a domicilio que minimiza los riesgos de contagio.
La salud mental de las personas y en especial de los adultos mayores se ha transformado en una secuela silenciosa de la pandemia del Covid-19. El principal motivo es el cambio radical en la vida de cada uno de nosotros, así lo manifiesta Fernando Muñoz, enfermero universitario que se desempeña en el área clínica de salud mental y agrega que este cambio nunca lo había vivido en su carrera en donde se tuvo que suspender todas las atenciones presenciales y empezar a hacer un levantamiento de los domicilios de los pacientes adultos mayores, llamarlos para que no asistieran y recomendarles que se quedaran en sus hogares. “Nosotros teníamos que utilizar todas las medidas que teníamos a nuestro alcance, recordar que cuando partió la pandemia había escasez de mascarillas, escasez de delantales, así que con todo lo que nos podíamos armar, pocas personas podíamos salir”, señala Fernando.
Frente a esta realizad se utilizó el llamado telefónico, recurriendo muchas veces a familiares, ya que no todos los adultos mayores contaban con celular, situación que les genero un grado de angustia y desesperación al no poder comunicarse. Otro factor de preocupación era la distancia “mucha distancia, pacientes adultos mayores que estaban en la periferia de San Felipe, como COSAM nosotros estábamos trabajando con pacientes de Panquehue, desde Putaendo, desde Santa María, que son lugares alejados para nosotros”, nos cuenta.
Otro énfasis que colocaron, fue sobre el autocuidado y los tratamientos de los adultos mayores, muchos de ellos al cuidado de familiares ya que tuvieron que salir de sus casas, descuidando sus medicamentos.
Recuperación de horas medicas
Desde el mes de agosto, el COSAM está realizando lo que han denominado rescates, es decir cuando los pacientes concurren de manera presencial a retirar sus medicamentos, pasan de inmediato a la atención de un profesional, “y luego de eso vemos como ha estado, como ha pasado la pandemia, que es lo que ha sucedido, reforzando lo de las vacunas y como nuestras horas de siquiatría son escasas, no hemos conseguido horas medicas con médicos generales que nos apoyan en esto. Así que hay horas médicas y cuando los pacientes están muy deteriorados y necesitan una atención por especialista, logramos nosotros conseguir una hora rápidamente a través del médico general”, señala Fernando.
Medidas para minimizar secuelas de pandemia
En todo ámbito y a todo nivel esta pandemia ha dejado secuelas difíciles de borrar, no solo para los contagiados o familiares de personas fallecidas a consecuencia del Covid-19, también para los millones de personas que hemos visto interrumpida lo que llamábamos una vida normal. En este sentido el enfermero universitario Fernando Muñoz no señala que las medidas que sugieren para minimizar las secuelas de la pandemia, pasan por una buena comunicación. “Comunicaciones con la familia, en los reencuentros que en muchas veces han sido dificultosos, porque hay pacientes que tienen hijos en Santiago, en Valparaíso, pero también tratamos de estar con ellos y hacer este tipo de re encuentros, llamados telefónicos, revisar su medicación y por supuesto sus horas de atención».
Con respecto a los principales riegos al no recibir el tratamiento adecuado, Fernando señala que son las descompensaciones
Como recomendación a los familiares y cuidadores, el enfermero universitario señala que lo importante es conocer la medicación del paciente que están cuidando y también incentivar la vacunación.
Alto desgaste emocional y mental
Para los funcionarios de la salud, enfrentar la pandemia ha significado un alto desgaste de carácter emocional y metal, la llamada primera línea desde el primer momento ha tenido que enfrentar todo un proceso orientado a prevenir contagios y salvar vidas. Así lo reconoce Fernando Muñoz, para quien la pandemia ha sido un desgaste mental, emocional y con mucho miedo al no saber si se iban a contagiar o no.
“Gracias a Dios en mi caso hasta el día de hoy no he tenido ningún contagio, ni tampoco mi familia, por los cuidados que uno tiene. Pero veíamos casos de funcionarios que se contagiaban, caían enfermos y no sabíamos si nosotros éramos los siguientes, lo que significaba saber si íbamos a salir adelante con este virus o no, ya que en ese tiempo no teníamos vacunación tampoco”, reflexiona.
Nace un emprendimiento “San Lucas”
El día a día vivido en medio de esta pandemia, las diferentes situaciones que logro conocer mediante las visitas a terreno y su vocación profesional como servidor público, llevo a Fernando Muñoz a formar su empresa familiar en el área de la salud. Es así como nace “San Lucas”, un servicio ambulatorio de enfermería a domicilio que el propio Fernando nos cuenta que “nace de la necesidad que uno ve en los pacientes que son desatendidos fuera de los horarios, en las noches los servicios de urgencia no dan abasto, los consultorios no pueden llegar a todos los lugares, no pueden estar con los pacientes. Nace esta empresa enfocada al cuidado no solamente de los adultos mayores, sino que en general, tenemos una ambulancia para trasladar a pacientes, traslados básicos y tenemos la diversidad de atención de enfermería, que va de la instalación de sonda, lavados de oído”.
Fernando agrega que la idea es acercarse hasta el domicilio del paciente, así el paciente disminuye el riesgo de contagio en este caso por Covid-19 y poder entregar una atención digna, que se sienta cómodo, llamarlo por teléfono después de la atención, preocuparse si necesita algo más, sino tiene medios derivarlo a los equipos que corresponde, gestionar coordinaciones con otros centros. “Eso es lo que a mí me gusta como servidor público, tratar de ayudar, no tan sólo dentro de mi área de salud mental, sino también ayudar a nuestros pacientes fuera de nuestros horarios laborales y poder ayudar a tanto adulto mayor que lo necesita”, concluye.