Minutos antes de la media noche de este lunes 20 de agosto y en el marco del 477 aniversario de la comuna se realizó la tradicional Romería en conmemoración de los caídos en la Batalla de Concón.
La cita que se efectuó en el Cementerio Parroquial de Concón, contó para el traslado de público, de un bus de acercamiento por lo que varios de los vecinos se acercaron hasta el campo santo para ser parte de la ceremonia y escuchar el relato de la historia en la propia voz del alcalde Oscar Sumonte.
Esta actividad, ya es una tradición la representación épica que realizan diversos talleres de teatro de la comuna en conjunto con agrupaciones de vecinos, con distintas miradas cada año, de la tragedia sucedida un 21 de agosto de 1891 en nuestras tierras.
Este año la actividad estuvo enfocada en las viudas, donde participarán 4 actrices del taller de teatro municipal, alumnos del Liceo Politécnico y Escuela Oro Negro.
El alcalde Oscar Sumonte dijo que “este es un hecho que enluta en su época a la familia chilena y este encuentro no es para celebrar la batalla civil, sino que para recordar a los soldados y marinos que combatieron y dieron su vida cada uno por sus ideales”.
“Nos alegra que la comunidad este participando de este tipo de tradiciones que recuperan y es un rescate de nuestra historia”, concluyó el edil conconino
Cabe destacar que se realizó una bendición por parte de diacono de la comuna y la exposición de un video para rememorar los anales de lo ocurrido en 1891 y su desarrollo político y social.
Finalmente se destacó la participación de la banda del Liceo Politécnico de Concón y el taller de teatro de Colegio Parroquial Santa Maria Goretti.
La Batalla de Concón de 1891
La batalla de Concón fue un hecho de armas acaecido el 21 de agosto de 1891, en el transcurso de la guerra civil chilena, llamada también Revolución de 1891. Enfrentó a las fuerzas gubernamentales del presidente José Manuel Balmaceda contra el ejército revolucionario del bando del Congreso y la marina. Las fuerzas gubernamentales fueron derrotadas.
El ejército congresista, desembarcado 2 días antes en la bahía de Quintero, avanzó hacia el puerto de Valparaíso, vital para la estrategia defensiva del gobierno. El ejército congresista, comandado por el coronel Estanislao Del Canto, con 9200 efectivos divididos en tres divisiones, llegó a la ribera norte del río Aconcagua, encontrándose con el ejército del gobierno, de 8000 hombres, comandado por el general Orozimbo Barbosa, atrincherado en la ribera sur.
A las 07.00 horas del día 21 de agosto se inició la batalla en Concón Bajo, con duelo de artillería.
A las 09.30 horas las tropas gobiernistas que vigilaban el vado de Verdejo abandonaron sus posiciones, permitiendo el cruce del río Aconcagua a parte de las tropas congresistas, mientras el resto atacaba frontalmente para permitir el vadeo.
La corbeta «O’Higgins» y el crucero «Esmeralda» se aproximaron a la playa y abrieron fuego sobre las tropas gobiernistas, lo que produjo el desbande de parte de ellas.
La lucha fue sangrienta y duró más de cinco horas. Las fuerzas congresistas, tras un furioso combate, hicieron retroceder a los gobiernistas hacia las colinas de la ribera sur del Aconcagua, con grandes pérdidas para ambos bandos.
A las 16.00 horas las tropas gobiernistas huían en desbandada hacia Viña del Mar, Quilpué y Quillota, mientras las fuerzas revolucionarias recuperaron sus bajas y aumentaron sus efectivos con numerosos soldados gobiernistas que se pasaron a sus filas.
Cayeron en poder de los vencedores toda la artillería, municiones, parque y miles de fusiles. Los congresistas tuvieron 400 muertos, 600 heridos y 122 desaparecidos, que corresponden a los muertos y ahogados en el cruce del río.
Posteriormente, el ejército congresista avanzó hacia Valparaíso, para tomar la ciudad, pero las fuerzas del gobierno, reforzadas con tropas provenientes del sur y que llegaron a Valparaíso por ferrocarril, les hicieron frente y se desplegaron en batalla en la actual ciudad de Viña del Mar, obligando a los congresistas a rodear Valparaíso por el Este. Las fuerzas de gobierno les salieron al paso, dando lugar a la batalla de Placilla.